La Revolución Liberal XXI

El libro que, en mi criterio, mejor describe una revolución es el clásico de Thomas Kuhn sobre “La Estructura de las Revoluciones Científicas”. En él el autor se refiere al rompimiento de los paradigmas imperantes (p. ej. la Tierra no es el centro del universo) y define los procesos que, contracorriente inicialmente, llegan a dominar la nueva realidad.

Guardando las distancias, en las ciencias sociales y la estructura socio-política de los Estados, existen paralelos. Caído el comunismo en 1989, fue reemplazado por todas las formas imaginables de capitalismo; las más, lamentablemente, incluyentes de intromisiones inaceptables de los gobiernos en el quehacer de los mercados, dando como resultado el surgimiento de nuevas plutocracias de poder económico y político.

No obstante ello, el mundo cambió.

Ecuador jamás ha tenido una economía de mercado propiamente dicha, y hoy se lo observa en su ubicación paupérrima en el índice de libertad económica. No es tampoco una economía socialista, aún cuando Correa haya hecho sus mejores intentos, arruinando con ello la economía y pasándonos (junto con su sucesor) la cuenta a todos nosotros.

Y estamos en el fondo, lo que no quiere decir que no podamos ir a un fondo más profundo si continuamos en la danza indefinida entre la represión y la libertad.

Es por ello que esta semana esbozo, los contornos de un nuevo paradigma. Estamos en la fase de la contracorriente y bien puede ser que el país decida permanecer en la penumbra como una nación indefinida. El cambio, finalmente, se dará solamente en la medida que la masa crítica de ecuatorianos decida que es hora de emerger hacia la libertad , que es el único camino hacia la prosperidad ética.